"A medida que el crecimiento se ralentiza, los mercados buscan apoyo en viejos amigos"
- A pesar de que la semana pasada volvió a mostrar volatilidad, la renta variable consiguió cerrar el periodo con ligeras revalorizaciones. Sin embargo, la renta variable cerró el tercer trimestre con los peores resultados desde 2011
- Los inversores tuvieron que asimilar unos datos macroeconómicos de nuevo anémicos: las cifras sobre el mercado laboral estadounidense fueron, sin lugar a dudas, débiles, mientras los indicios siguen apuntando a que el sector manufacturero del país se está viendo penalizado por la fortaleza del dólar y la escasa demanda exterior
- Seguimos sin creer que Estados Unidos esté amenazado por una nueva recesión, pero está cada vez más claro que el país no es inmune a la ralentización mundial
- Las perspectivas, que se han tornado más pesimistas, están retrasando las expectativas de una subida de tipos por parte de la Fed
- Tal y como hemos presenciado en los últimos años, en un mundo en el que la Fed mantiene sus tipos anclados en el 0%, la renta variable se beneficia de este contexto y obtiene mejores resultados en comparación con los activos líquidos y las insignificantes rentabilidades de los bonos
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