Los gestores de Allianz Global Investors esperan unas rentabilidades modestas para la mayoría de clases de activos en 2016 debido a la persistencia de desequilibrios mundiales, como un crecimiento mundial lento y un exceso de endeudamiento en varias regiones del mundo.
“Pensamos que las acciones mundiales generarán entre un 4-6% el año que viene, y la renta fija entre un 0-1%,” indicó Andreas Utermann, director de inversiones en Allianz GI en el transcurso de una reunión en París.
Después de varios años de constante expansión en los balances de los bancos centrales en los países desarrollados, el mundo está atravesando un período inédito en el que por primera vez existe una divergencia real entre las políticas de la Fed y el Banco Central Europeo.
El anuncio de una subida de tipos por parte de la Fed, muy esperada por los mercados, permitirá salir de una situación que “se ha vuelto especialmente perjudicial,” observó Franck Dixmier, director de gestión de renta fija.
Es lo mismo en Europa, donde el BCE ha respondido verbalmente a las anticipaciones de inflación, que comenzaron a incorporar un escenario deflacionario. “La intervención del BCE se centra en el objetivo de establecer un límite en la apreciación del euro,” explicó el responsable.
Allianz GI espera que el BCE lleve a cabo un alargamiento de la duración de su programa de compra de activos y que reduzca la tasa de depósito, ya negativa, impuesta a los bancos comerciales de la Zona Euro.
En total, estas diferentes acciones deberían traducirse en una “ligera tensión” en los tipos, que los gestores de Allianz piensan podrían manejar apostando por bonos indexados a la inflación y por una convergencia de los spreads en la zona euro, que beneficiaría a los bonos periféricos (España, Portugal, Italia) y al crédito.
Esta clase de activos debería producir una rentabilidad muy modesta. Alexandre Carminade, director de la gestión de crédito en Europa, espera una ampliación de los diferenciales en 50 puntos básicos, que, teniendo en cuenta un cupón del 4,5% debería traducirse en una rentabilidad de entre el 2,5-3% el año que viene para esta clase de activo.
Ya se tiene en cuenta un mayor riesgo de default en los niveles de los spreads actuales, pero a pesar de todo, los mercados serán sensibles al resurgimiento del riesgo idiosincrático (de país o emisor), de la volatilidad sobre los tipos y las acciones y de los riesgos sectoriales o de divisas más específicas.
Dentro del universo de acciones europeas, Catherine Garrigues, responsable de estrategias de convicción, apuesta por los valores tecnológicos, las acciones italianas y las acciones de pequeñas y medianas compañías. No obstante, considera que los mercados de acciones están correctamente valorados.