No podemos excluir una recesión técnica (es decir, dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo) en Italia a causa del Coronavirus. Así lo afirma DBRS Morningstar en una nota de fecha 26 de febrero, en la que también se especifica que "si se limita a un choque temporal de la demanda, como en los supuestos básicos del organismo (uno o dos trimestres), no debería tener repercusiones duraderas en la economía y, por tanto, en la calificación del país, que actualmente es BBB (alta), tendencia estable".
Evitare el pánico
Italia tuvo el menor crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) de Europa en 2019 y los datos recientes confirman esta debilidad. A esto se suman las repercusiones del Coronavirus en las actividades de producción, dado que el país está muy integrado en la cadena de fabricación europea, y en el turismo. Con el aumento del número de casos, las autoridades italianas se enfrentan a la difícil tarea de reducir los contagios, pero también de impedir la propagación del pánico con consecuencias para la economía.
Pronósticos ambiciosos
Mucho dependerá, por lo tanto, de cómo responda el gobierno, dice DBRS Morningstar y añade: "Aunque es demasiado pronto para hacer estimaciones precisas del impacto de la epidemia, consideramos muy ambiciosas las proyecciones incluidas en el Documento de Planificación Presupuestaria para 2020 de un crecimiento del PIB del 0,6% anual. Según el Gobernador del Banco de Italia, las repercusiones podrían superar el 0,2%".
El papel económico del norte de Italia
Lo que es preocupante es el hecho de que las regiones más afectadas por el virus son Lombardía y Véneto, que son la máquina de crecimiento italiano, ya que representan más del 30% del valor añadido bruto, más del 40% de las exportaciones y el 28% del empleo total.
¿Estímulo fiscal?
"El margen de maniobra fiscal es limitado", dice la nota de DBRS Morningstar. "Sin embargo, esperamos la comunicación de medidas de fomento del crecimiento. Éstas pueden ser menos eficaces si el impacto económico se produce más por el lado de la oferta que por el de la demanda, por ejemplo, en caso de una parada temporal o geográfica en el empleo".
La calificación se mantiene sin cambios
Como resultado, la agencia de calificación admite que los riesgos para el crecimiento han aumentado. Pero sólo una prolongada y grave recesión económica, con repercusiones materiales en la relación entre la deuda y el PIB, podría tener un impacto negativo en la calificación de Italia.