La Reserva Federal de San Francisco (FRBSF) acaba de publicar un documento (puede leerlo en su totalidad pinchando aquí) muy interesante sobre la relación entre la demografía de Estados Unidos y el comportamiento del mercado bursátil.
Primero el documento demuestra que existe una correlación alta entre el ratio PER precio sobre beneficio de la bolsa (línea roja en el gráfico adjunto) y el ratio entre el segmento de la población comprendido entre los 40 y los 49 años (que se supone está en la fase de acumulación de riqueza) y el segmento de la población comprendida entre los 60 y los 69 años (que está claramente en la fase de utilización de la riqueza acumulada). El estudio calcula que ese ratio entre jóvenes y viejos, por decirlo de alguna forma, explica el 61% de los movimientos del PER. Es decir, el valor de la bolsa está muy relacionado con la distribución de la población.
Fuente: FRBSF Economic Letter: "Boomer Retirement: Headwinds for U.S. Equity Markets? Aug 22, 2011
Pero el estudio no se para ahí. Teniendo en cuenta que podemos anticipar las tendencias demográficas (y anticipar la proporción de jóvenes frente a los ancianos), también podríamos anticipar la posible evolución del PER de la bolsa. Es lo que gráficamente aparece en la siguiente ilustración.
Fuente: FRBSF Economic Letter: "Boomer Retirement: Headwinds for U.S. Equity Markets? Aug 22, 2011
¿Y qué dice el modelo de la Reserva Federal de San Francisco? Dice que el ratio PER debería seguir cayendo de forma persistente desde unos niveles de 15 alcanzados en 2010 hasta aproximadamente unos niveles de 8,4 en 2025, aunque luego habría una recuperación hasta 9,14 en 2030.
En cuanto a los precios de las acciones (una cosa es predecir el comportamiento del ratio PER y otro el valor de la bolsa, es decir el numerador de este ratio), los autores del estudio han supuesto que los beneficios empresariales crecerán al mismo ritmo que lo han hecho durante el periodo 1954-2010. Con estas hipótesis concluyen que la bolsa podría acumular una caída del 13% del entre 2010 y el 2021. Eso sí, sería una caída en términos reales, es decir teniendo en cuenta el impacto de la inflación. Si suponemos una inflación del 2% anual la caída adicional sería de casi el 20%.